Si España hubiese fallado hubiese sido una pena, porque no se debe desperdiciar el arte. Fue en mundial de México de 1970 cuando se introdujeron por primera vez las equipaciones Air-Tech en una competición de este calibre. Pero, pronto, confirmó que se le quedaba pequeño: en los primeros 10 partidos que disputó, marcó 29 goles o, lo que es lo mismo, una media de casi tres goles por partido, una cifra realmente espectacular.