En gran parte de América del Sur los mayores ingresos se deben a la transferencia de jugadores a las ligas europeas, los fondos aportados por las transmisiones de la televisión y la publicidad en las camisetas. Los detalles del cuello y los lados están representados en el color de la bandera alemana. Este mismo emblema estatal siguió apareciendo intermitentemente en el futuro, al ser recuperado por el reinado de Amadeo I (1870-1873) en la Primera República y en la Segunda, pero siendo eliminado en la Restauración, con la vuelta al trono de la dinastía borbónica, que quiso volver a instaurar su escudo dinástico.