A pesar de ser un refuerzo millonario, la plantilla de Rayados era más bien discreta y «El Turco» tuvo que cargar con el peso del equipo que por entonces peleaba por no descender. Ozil dijo que la reunión con el presidente turco fue apolítica, que habían hablado sobre el fútbol y que estaría «faltándole el respeto a las raíces de sus antepasados» si se hubiera negado a reunirse con Erdogan mientras estuvo en Londres.