Calica entonces se separó de Ernesto para dirigirse a Caracas, donde Alberto Granado lo esperaba, camiseta de alemania quedándose a vivir allí por diez años. Ernesto y Calica siguieron camino a Puno, Cuzco y Machu Picchu, para luego dirigirse a Lima, donde volvió a ver al Dr. Pesce. En Guayaquil, Ernesto decidió ir hacia Guatemala para ver la revolución que estaba liderando allí el coronel Jacobo Arbenz.