En la Unión Soviética fue invitado a compartir con el primer ministro Nikita Jrushchov y el resto del Sóviet Supremo la tribuna principal en el desfile de celebración del aniversario de la Revolución rusa, lo que constituía un hecho excepcional. Por ejemplo, cuando fue designado presidente del Banco Nacional, renunció a los 2000 pesos que le correspondían por el cargo, manteniendo solo su salario de comandante, que era de 250 pesos.